El pasado 4 de septiembre en San Mateo del Mar, a un año de los sismos que devastaron la región, fue colocada la primera piedra del Centro Comunitario Ikoots y la apertura e iniciación de los talleres del Centro de Artes y Oficios, ambas iniciativas promovidas por Monapakuy Organización Comunitaria que cristaliza los esfuerzos de ayuda humanitaria y reconstrucción.
Mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños que vieron la destrucción de la comunidad y la respuesta solidaria de personas, colectivos, organizaciones, fundaciones, redes de solidaridad estatales, nacionales e internacionales han decidido emprender la reconstrucción desde una perspectiva integral de la formación, la capacitación y la reconstrucción del tejido social. Este esfuerzo ha sido acompañado desde las primeras horas de la tragedia de manera muy cercana por el equipo del Centro de Derechos Humanos Tepeyac.
Caminando por San Mateo la realidad nos rebasa, la indolencia y abandono gubernamental es evidente, el mercado de la comunidad corazón de la convivencia y sitio de intercambio económico, se encuentra en total abandono, al igual que toda la infraestructura de servicios básicos. Muchas casas en ruinas, habitadas con el riesgo que eso implica, obras en proceso, viviendas marcadas con el número de folio asignado por SEDATU, que siguen esperando la llegada de los apoyos, viviendas improvisadas donde las familias están intentando retomar su vida. Platicando con la gente las huellas en la memoria son profundas, cuentan los momentos de terror y desolación que pasaron, duele, todavía duele y como símbolo del fracaso de los programas gubernamentales los sanitarios públicos y en muchas de las casas, abandonados y sin usar.
Los conflictos comunitarios en la región, se postergan, se reactivan una y otra vez sin ser resueltos, pareciera que conviene la conflictividad: San Francisco del Mar, San Dionisio del Mar, San Mateo , Santa Maria, Chimalapas, Juchitán, entre otros. Gobiernos municipales inoperantes y rebasados por el tamaño de lo que implica la reconstrucción, a expensas de lo que el Gobierno Estatal y Federal dispongan y cuando parece constatar que están bajando la cortina y dejando los grandes pendientes a la próxima administración. Estamos ante un serio problema de falta de cumplimiento de las dependencias gubernamentales, la corrupción y opacidad de los recursos y programas es pan de todos los días, ¿quién responde por este abandono? Nadie ha pedido cuentas a la administración de Peña Nieto.
Paradójicamente se anuncian grandes acciones e inversiones en la región, la llegada de insumos para proyectos eólicos y la llegada de personal de las empresas trasnacionales se constatan en el aeropuerto de Ciudad Ixtepec. El mismo día de la inauguración del centro comunitario, el Gobierno Federal presentaba a través de BANOBRAS, el Programa de Ciudades Emergentes Rurales, en la Ciudad de Salina Cruz, sede de las Zonas Económicas Especiales.
Este escenario nos permite poner en la mesa de reflexión asuntos centrales de la agenda pública: la reconstrucción y el cumplimiento derechos a la vivienda, a la salud, a la información, a decidir la forma de cómo se quiere vivir, organizarse, gobernarse. El Estado está obligado a cumplir, es un elemento central de Justicia Social y Ambiental, no debemos olvidar que la reconstrucción pasa por la acción solidaria de las personas y organizaciones, pero ante todo es un asunto público que nos involucra a Gobierno y Ciudadanía.
Ana María García, EDUCA
Reflexiones de Astrid Paola Chavelas López, Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca:
A un año del sismo, es la organización comunitaria la que da cuenta de la reconstrucción
A un año del sismo, las incidencias y las ausencias
