El Senado aprobó la Ley Bases. Ahora el proyecto regresará a la Cámara de Diputados, donde se deberá revisar las modificaciones que, aunque mínimas, hizo la Cámara Alta al proyecto del Gobierno. La iniciativa beneficia a grandes trasnacionales, como mineras, petroleras y firmas del agronegocio. Todas las asambleas socioambientales, movimientos campesinos y organizaciones indígenas coinciden en que esta norma profundiza el modelo extractivo y, al mismo tiempo, incrementará la presión (y los conflictos) territoriales en Argentina.
Esta noticia aumento el numero de inconformidades de la población civil en argentina, por lo que el miércoles 12 de junio la ciudanía fue convocada a tomar las calles para manifestarse frente al Congreso de la Nación, grandes sindicatos se hacían presentes y la gente acaparó las calles, en los altavoces advertían de no caer en provocaciones del cuerpo de policías. La gente protestaba con cantos, tambores, bailes. Sin embargo minutos después esa gran manifestación se convirtió en una fuerte represión policiaca, que comenzó a rociar gas pimienta, pero sobre todo a disparar mientras la sesión ordinaria donde se votaría a favor o no de esta ley seguía en curso. Más tarde, la Ley Bases fue aprobada en su general con un empate. Tuvo 36 votos a favor y 36 en contra. La vicepresidente Victoria Villarruel dio el voto definitivo que decantó a favor.
La represión policial concluyo con personas heridas y aproximadamente 33 personas detenidas, que poco a poco han ido obteniendo su libertad con ayuda de la presión mediática y organizaciones de derechos humanos.
Sin embargo al salir han declaro la pesadilla que vivieron las personas arrestadas ese día, como Sofia, estudiante, niñera y madre de dos hijos, estuvo presa desde el miércoles a la tarde hasta el viernes a la madrugada. Las condiciones de su detención fueron “terribles” e “inhumanas”, según sus propias palabras. Y los maltratos por parte de la policía, constantes.
Tras pasar toda la noche esposadas en una camioneta, las metieron en una comisaría repleta y las dejaron tiradas en un pasillo, todavía esposadas y sin acceso a comida o agua. “Nuestros familiares nos mandaban agua y a nosotros no nos llegó en ningún momento. Nunca nos dieron comida. Si era por ellos, estábamos tres noches sin comer”, denunció.
Para Sofía, el entramado político está claro: “Se siente una locura total. Inmediatamente después de que salí, Stornelli sale con esta línea de que todos los presos tienen que volver a entrar. Mi salud mental está muy mal. Hace noches que no duermo bien. Siento que estoy siendo perseguida políticamente”.
Por su parte la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, se encuentra esta semana en El Salvador “para conocer de cerca el régimen de tolerancia cero del exitoso presidente (Nayib) Bukele” en busca de “erradicar el narcoterrorismo” en territorio argentino, según informó el vocero de la Casa Rosada, Manuel Adorni.
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