Guatemala no ha sido el único país que ha recibido ayuda, financiamiento y colaboración del Estado de Israel, como se ha demostrado en investigaciones sobre la Guerra civil (1960-1996) donde un genocidio arrebató la vida a más de 200 mil personas, el 83% de ellas eran indígenas Ixil. En México el gobierno de Israel también estuvo relacionado durante el periodo de la violencia política de estado (Guerra sucia).
El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) comparte un avance de la investigación relacionada con el vinculo México-Israel durante la guerra sucia que hasta el momento el número de muertes y desapariciones es inexacto. Pero que la MEH ha contabilizado que más de 350 personas fueron arrojadas al mar, mediante los llamados “vuelos de muerte” un técnica ocupada para desaprecer a estudiantes, guerrilleros y disidentes políticos de esos años de guerra.
En la investigación se recalca que la colaboración por parte de agencias mexicanas de seguridad no se limitó únicamente a Estados Unidos, según documentos de la DFS se señala que “considerando la importancia que tiene el intercambio de experiencias en materia de Inteligencia, se propone acrecentar su acercamiento con los Servicios de Seguridad de los Estados Unidos de América, Alemania Federal, Francia e Israel principalmente”.
Esto toma gran relevancia ya que esa relación se consolidó en la década de 1970 y 1980 cuando ocurrió la primera compra de 5 aviones Arava a la empresa Israel Aircraft Industries (IAI), usados más tarde para los “Vuelos de la Muerte”. Para 1979 México ya contaba con casi 30 aviones de la empresa israelí.
En 1976 una misión técnica mexicana viajó a Israel para analizar la posibilidad de establecer una planta de ensamblaje de Arava en México y así exportar a otros países de América dichos aviones, utilizados en esos años en Centroamérica y Sudamérica para actividades contrainsurgentes. Israel no solo vendió los aviones Arava a México sino también envió asesores. Uno de ellos fue Uri Shani, técnico en aviación militar que asesoró a las fuerzas -aéreas mexicanas, quien en 1973 ingresó desde Guatemala. Se puede intuir que, para Israel, México era un territorio puente para negociar venta de armas y servicios de inteligencia para otros países.
En sus avances de esta importante investigación el MEH va desarrollando los hallazgos con vínculos importantes que demuestran la intervención del estado de Israel en México, incluso con la llegada del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la relación con Israel se mantuvo, al menos lo hizo con empresas de seguridad privada como NSO Group, que proporcionó el programa espía Pegasus al CISEN en 2020, como también lo hizo con la Procuraduría General de la República en 2014 y con SEDENA en 2011, en esta ultima hay fuertes indicios que continúan utilizando el programa espía de Israel.
Por ello el mecanismo señaló su profunda preocupación ya que las violaciones graves a derechos humanos gestadas en el pasado desde diversas latitudes bajo los discursos de seguridad y soberanía, siguen teniendo eco en el presente; evidenciando, no sólo la continuidad de la violencia, si no la repetición de acciones violatorias de derechos humanos.
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