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Crónica de la represión anunciada

By 20 junio, 2016 Sin Comentarios

https://cdhtepeyacoficial.files.wordpress.com/2016/06/1.jpg?w=380&h=253Antecedentes

Servicios para una Educación Alternativa, A.C. en esta permanente labor de acompañamiento a las comunidades originarias en su camino hacia la autodeterminación, y a partir de la creciente necesidad de los pueblos de visibilizar sus luchas contra las empresas extranjeras que amenazan todo lo que ellos conocen como vida, convocó desde el mes de mayo a un taller de periodismo ciudadano cuyo objetivo es fortalecer la capacidad de las y los activistas comunitarios en la transmisión de información relacionada a la defensa comunitaria y a cuya convocatoria también respondieron personas que se interesan en temas afines.

Desde un poco más de dos meses, los maestros de las escuelas de comunidades originarias y espacios conurbados, pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, responden al llamado que les hace la conciencia y se declaran en paro indefinido, con la venia de los padres a quienes se les consulta en reuniones previas en sus escuelas. La fecha es simbólica, el quince de mayo inicia la huelga, los maestros llegan de distintas partes y se concentran en la capital del Estado de Oaxaca. Acampan sobre el adoquinado del zócalo, sobre las jardineras tienden casas de campaña y plásticos que tienen la intención de protegerlos de las lluvias que ya anuncian la proximidad del verano.

Dado a la negativa permanente de las autoridades educativas de establecer una mesa de diálogo que permita el acercamiento de los prácticos en la educación para expresar las irregularidades en la llamada Reforma Educativa, la cual es el inicio de las reformas estructurales que se pretenden imponer y ante las insistentes señales por parte del Estado Federal, como la detención y la imputación de cargos a maestros que impulsan la lucha; las y los maestros deciden ejercer su derecho a manifestar de manera pacífica sus inconformidades.

El camino.

Salina Cruz, Oaxaca, 16 de junio del 2016.

Los comentarios sorprenden por lo inédito del hecho: Trabajadores de diversas empresas públicas y privadas, entre ellos, petroleros solidarios y sociedad civil, trabajadores del sector salud acompañan y apoyan a las y los maestros que acampan sobre la carretera, la inconformidad social respecto al actuar del gobierno federal y los días de resistencia de los docentes actúan de catalizador en la gente que se acerca a las barricadas; agua, frutas, palabras de aliento, ánimos para resistir es lo que se comparte bajo el duro sol de la mañana. La gente hace el tránsito a pie para trasbordar del otro lado. Se escuchan vivas, vamos, duro, duro maestros. Uno no puede más que levantar la mirada y sonreír aunque el sol queme y la carga sea pesada.

Las barricadas en Canal 33 en Juchitán, cuatro kilómetros de la carretera están cercados por distintos campamentos, las organizaciones sociales se han unido a la lucha y han levantado barricadas, desde “Pepe y Lolita” hasta la entrada de Juchitán, por el día la verbena, la música, el baile, la alegría que les corre por la sangre se desborda sobre las calles y se comparte, por la noche amaina pero no cesa, convive con la incertidumbre, se lucha y se sonríe al mismo tiempo.

En Tehuantepec, Campo Rojo, el “Caracol”, el puente, las primeras barricadas que se levantan rumbo a la capital; Jalapa del Marqués, en la entrada y a la salida de Tequisistlán, se transita sobre restos de llantas incendiadas, troncos y montones de piedras que esperan no ser utilizadas, carteles, hileras de coches, residuos de antorchas improvisadas que alumbran por las noches, transportes de carga y autobuses varados, autos particulares que esperan por los peregrinos que se aventuran sobre el puente y los llevan del otro lado.

Al final uno sabe que un poco tarde pero se llega al destino, al final uno piensa que camina y se resguarda del sol, de la lluvia, pero que ellas y ellos siguen ahí, en carpas improvisadas, comen ahí, duermen ahí, ríen, escuchan los rumores ir y venir, resisten ahí, conviven con la incertidumbre que acampa a su lado, esperan con paciencia, con temor, esperan que los que tengan que escuchar, escuchen.

El destino.

Por la mañana del viernes, compañeros representantes de cinco regiones del Estado se reúnen en un ritual, el incienso acompaña las luces y las palabras, al centro de la mesa una luz por cada región, Sierra Norte, Costa, Istmo, Valles Centrales, Mixteca, jícaras con flores y agua, “porque el agua es todo, porque sin agua no somos nada”.

Los compañeros de la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios (REDECOM), comparten el espacio con maestras y maestros de comunidades originarias, estudiantes de comunicación, jóvenes realmente jóvenes de San José El Progreso que colaboran en la radio comunitaria y que la reconocen como una herramienta para acercar a la comunidad, y sobre todo a los jóvenes, a la defensa de su territorio. Sócrates Vázquez, de Radio Jënpoj (Vientos de fuego), comparte como desde la oralidad fortalece los procesos comunitarios.

taller1El trabajo del taller se vuelva sobre un eje necesario: se analiza desde distintas perspectivas los acontecimientos registrados en el Istmo de Tehuantepec, la creciente amenaza de represión sobre las barricadas. La necesidad de que las y los ciudadanos documenten los hechos y se apropien de los espacios que dejan vacíos los comunicados oficiales.

Durante el día, a la par de las reflexiones que se generan a partir de la mesa de comunicadoras y comunicadores ciudadanos, llegan las noticias: Zanatepec es el primer golpe, la tecnología permite escuchar la angustiada voz de un compañero que da la señal de alarma y que promete resistir hasta el final. Las barricadas responden y se incrementan, por la noche el caos en Tehuantepec y Salina Cruz, helicópteros sobrevuelan, gas lacrimógeno y balas de goma logran replegar a los manifestantes, la gente sale de sus casas, los maestros no están solos. Por la madrugada se hace un recuento, compañeros resguardados en casas particulares y el hospital de especialidades se reagrupan en el entronque a la refinería. La preocupación aumenta. Está visto que las autoridades no solo no quiere escuchar, buscan exterminar cualquier atisbo de dignidad que se exprese, dar un mensaje claro: sólo nuestra palabra cuenta. La gente no se amilana. Tehuantepec responde, las campanas rugen, los herederos de la inmortal Sandunga no sólo buscan saldar cuentas con la historia, les preocupa el futuro, saben lo desigual de la lucha y es el valor el que los encauza.

Los maestros no están solos, la sociedad responde, la solidaridad se expresa: “con los maestros todo, sin los maestros nada”.

El saldo.

Tequisistlán se ha replegado, los dos bloqueos ahora son un bloque sobre la entrada de la comunidad, Jalapa del Marqués resiste y Tehuantepec sólo mantiene la barricada a la altura de Campo Rojo, la carretera da cuenta de la batalla, los autos avanzan sobre las cenizas de la dignidad. Salina Cruz animal herido, habitado por el miedo que el viento dispersa por toda la región del Istmo. La gente asimila que la digna rabia no es suficiente para detener las balas. En Nochixtlán seis muertos, campesinos, simpatizantes con la causa, personas que salieron de sus casas consientes de que es un estado de sitio, no regresarán porque el Estado ha dirigido armas contra civiles desarmados, porque se niega a escuchar a nadie, ni a los maestros, ni a la sociedad civil que se les ha unido, ni a las organizaciones no gubernamentales, ni aquí, ni fuera del país que se expresa porque se detenga este exterminio que no puede llamarse de otra manera. No sorprende que los intereses de particulares dirijan la atención sobre los saqueos a tiendas departamentales, no sorprende que eso sea más noticia que seis personas asesinadas y un número significativo de heridos. A estas alturas lo sorprendente sería que las voces de angustia de las y los maestros, que iniciaron esta lucha que debiera convertirse en la lucha de todas y todos, fueran escuchadas. Ante la adversidad, no hay que perder de vista la esperanza.

Desde el espacio de articulación que representa la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios, un mensaje de solidaridad, desde las palabras se hace necesaria una certeza: Maestras, maestros, no están solos, su lucha es nuestra.

 

Crónica escrita por una defensora de la REDECOM. Boletín del CDH-Tepeyac y la REDECOM: Inédita, absurda y sin sentido la respuesta del gobierno Federal a la protesta social en el Istmo

 

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